Ser mujer latina, madre y emprendedora no es fácil. Lo sé porque he estado en tu lugar.

• Enfrentarse a un divorcio o criar siendo madres solteras.
• No contar con ningún apoyo económico ni financiamiento para desarrollar un proyecto.
• Llegar a un nuevo país con sueños grandes, pero pocos recursos.
• Sentir que cada paso hacia adelante requiere el triple de esfuerzo.
• Dudar de tus capacidades, porque nadie te enseñó cómo empezar.

Yo también estuve ahí. Pero encontré la manera de salir adelante: aprendí a aprovechar mis talentos, gestioné mis miedos y elegí rodearme de la buena energía y el conocimiento de personas que me ayudan a mantenerme enfocada en mis objetivos.

Hoy, mi sueño es mucho más grande que yo: quiero ayudar a transformar la vida de más de 1000 mujeres latinas como tú. Mujeres que trabajan duro, que ponen el alimento en la mesa gracias a su esfuerzo, y que merecen construir una vida con libertad financiera.

Estas clases son el primer paso para lograrlo.